Aquellas personas que tienen o que están por tomar la decisión de tener a un ser querido hospedado en una residencia de retiro deben prestar especial atención a varios factores y focos de alarma mientras se encuentran de visita en estos lugares ya que en los últimos años los problemas dentro de los asilos han incrementado gracias a la falta de personal dentro de los mismos. Sin embargo, esto no justifica actos de abuso o negligencia en contra de quienes más queremos especialmente cuando los trasladamos a estos lugares para que tengan una mejor calidad de vida y estén mejor cuidados.
La importancia de estar atentos a estos detalles, radica en que hay ocasiones en las que nuestros adultos mayores ya no pueden comunicarse de forma clara o pueden tener problemas de salud mental que les dificulte transmitirnos la información de lo que sucede en su día a día por lo que tal vez no puedan avisarnos si están siendo abusados por sus cuidadores o si hay algo mal en su nuevo hogar. Es por ello que nos corresponde estar alerta a situaciones como:
- Menús y tipos de comida y horarios en los que alimentan a los ancianos
- Limpieza dentro del establecimiento, malos olores y la higiene de nuestros seres queridos
- Frecuencia con la que se reparten los medicamentos
- Certificaciones que tenga la residencia
- Cantidad de personal especializado en comparación con la cantidad de residentes
- Señales físicas de abuso en quienes visitamos
- Objetos personales y cuentas bancarias sin movimientos desconocidos
Tomar esto en cuenta puede marcar la diferencia entre una vida digna y un ambiente caritativo para las personas de la tercera edad que tienen que mudarse a uno de estos centros sin tener que sufrir a diario este cambio que de por sí ya es bastante difícil.
Al visitarlos o al tratar de elegir un asilo siempre revise tanto como pueda y haga todas las preguntas que se le ocurran. Nuestros adultos mayores, merecen vivir en buenas condiciones sin importar si están enfermos o no.