Los efectos del abuso.

El abuso en personas de la tercera edad pueden traer consecuencias graves en la salud de las mismas especialmente si estos ya sufren de alguna enfermedad o son de mayor edad debido a la debilidad y vulnerabilidad que esto representa en los ancianos.

Generalmente, el abuso se da por parte de quienes cuidan a los ancianos ya que al ver que estos son vulnerables y no tienen la capacidad de quejarse como deberían, el abusador suele pensar que entonces, será más difícil ser descubierto. Es por eso que es importante que si es familiar de un adulto mayor en una casa de cuidado, asilo, entre otros, esté al pendiente de su ser querido y lo visite de manera periódica para poder estar monitoreando su semblante, salud y estado de ánimo. Ya que de lo contrario, podrían pasar meses de abuso sin que nadie más se diera cuenta y pueda ayudar a la persona abusada. .

Especialmente, al pasar un tiempo desde que inicia el abuso se pueden comenzar a ver los efectos que este puede dejar en los adultos mayores de manera física o psicológica. Los efectos físicos más comunes suelen ser:

  • Aparición de moretones o marcas
  • Rasguños o cortaduras
  • Huesos rotos
  • Dolor o dificultad para moverse

Estos son tan solo algunos de los efectos físicos más comunes, sin embargo, el abuso puede causar otros problemas como pérdida de apetito o depresión, lo cual puede causar que la salud y el sistema inmunológico del anciano empeore considerablemente, trayendo consigo nuevas enfermedades o que las que ya tenía se vuelvan más graves.

Otros efectos del abuso, que también pueden causar empeoramiento de enfermedades y salud, proviene de los daños psicológicos del mismo, como por ejemplo:

  • Depresión
  • Ansiedad
  • Insomnio
  • Pérdida del apetito y de la energía
  • Negarse a socializar con cualquier persona

A pesar de que los efectos psicológicos son más difíciles de detectar debido a que puede ser que su ser querido presente uno de estos síntomas solo por sentirse independiente de los demás, solo o aislado en su nuevo hogar. Por ello, es importante monitorear adecuadamente su comportamiento, ver si tiene más de dos de estos síntomas e incluso preguntar al personal a cargo de su cuidado por su estado en las últimas semanas.